El abuso psicológico es un tipo de violencia que afecta la estabilidad emocional de la víctima, haciéndola sentir intimidada, con culpa o sin valor.
El agresor es una persona manipuladora que, aprovechándose del amor o cariño que siente el otro, consigue tener control de su vida.
Es uno de los maltratos más difíciles de identificar ya que, la mayor parte de las veces, quienes lo sufren ni siquiera son conscientes que están siendo violentadas.
Además, debido a la dependencia emocional que sienten por su abusador, sea su pareja, familiar o amigo, suelen justificar sus malos comportamientos.
Lo más preocupante es que, aunque se puede superar con la ayuda adecuada, es muy posible que deje algunas secuelas emocionales que se manifiestan, posteriormente, en el carácter y comportamiento del afectado.
Por esta razón es importante conocer cuáles pueden ser esas consecuencias y qué hacer para que no se conviertan en otro obstáculo para vivir bien.
En esta oportunidad hemos recopilado las 5 que, algunas veces, se pasan por alto.
1. Buscar aprobación de los demás
La constante necesidad de ser aprobados por los demás es una de las repercusiones del abuso psicológico en las víctimas.
Este se manifiesta de forma sigilosa, a través de comportamientos como:
- Querer complacer siempre a los demás.
- Cambiar de personalidad según la forma de ser del otro.
- Ser extremadamente amable.
- Poner por encima los intereses ajenos a lo propios por satisfacer las necesidades de otros.
Esa necesidad de sentir aceptación en el entorno social, incluso sentimental, es porque el abusador consiguió implantar el pensamiento de “no ser suficiente”.
No obstante, el valor como persona no se da por este tipo de acciones y, de hecho, a la larga puede convertirse en otra debilidad.
¿Qué hacer al respecto?
- En primer lugar, hay que entender que estas conductas no son correctas, sobre todo si están haciendo más grande la herida.
- Es probable que, al identificarlo, aparezca un sentimiento de querer estar solos, pero esa tampoco es la solución.
- Darse tiempo para sí mismo, recuperar la autoestima y seguridad evita caer en este tipo de comportamientos.
2. Resentimiento
Tras sufrir agresiones psicológicas es común sentir resentimiento, tanto por uno mismo como por aquella persona que generó los daños.
Este sentimiento se acumula con el paso del tiempo y se manifiesta a través de la culpa, la irritabilidad y la frustración.
Incluso, en algunos casos, la victima experimenta cambios en su presión arterial y cae en estados depresivos.
¿Qué hacer al respecto?
- Uno de los caminos para sanar el alma ante el resentimiento es el perdón.
- No es algo que se logre de la noche a la mañana, pero es posible sentirlo al dejar de alimentar esas emociones negativas.
3. Ansiedad y depresión
La ansiedad y la depresión son trastornos psicológicos que afectan de forma continua a las personas que han sido violentadas física o emocionalmente.
La destrucción de su autoestima y el constante sentimiento de culpa hacen que se junten emociones negativas que llevan a la autodestrucción.
A menudo, estos pacientes sienten deseos de morir, desesperanza y dificultades para conciliar el sueño como cualquier persona.
¿Qué hacer al respecto?
- Las terapias profesionales con el psicológico son fundamentales para vencer estas emociones.
- De hecho, algunas veces es necesario recurrir a medicamentos que facilitan su control.
4. Problemas para relacionarse con los demás
Las víctimas de este tipo de maltrato sienten temor de volver a caer en lo mismo y, por lo tanto, no tienen la confianza suficiente para establecer nuevas relaciones.
Debido a las secuelas que quedan en sus emociones, disminuye su capacidad para entablar conversación con los demás y dejar ver las cualidades.
Además, dado que los problemas de autoestima y seguridad permanecen, hay una gran probabilidad de volver a establecer vínculos tóxicos con otros.
¿Qué hacer al respecto?
- Las relaciones se construyen con el tiempo, siendo uno mismo y aceptando a los otros tal cual son.
- Fomentar la autoestima y aprender a conocer a los demás antes de establecer relaciones es fundamental para construir algo más sano.
5. Insensibilidad
Atravesar situaciones dolorosas en las que la autoestima ha sido atacada suele dejar un bloqueo que impide sentir y expresar nuevas emociones.
La víctima no se siente mal, pero tampoco logra sentirse feliz, incluso cuando tiene motivos para serlo.
Es como si, pese a superar la agresión, hubiese un obstáculo que impide experimentar esas emociones que quizá en otros tiempos surgieron de forma espontánea.
¿Qué hacer al respecto?
- La insensibilidad se puede vencer, todo es cuestión de tiempo y voluntad.
- La experiencia ayudará a tomar mejores decisiones y, aunque al principio es difícil, con el tiempo servirá para sanar esas heridas que impiden sentir como se desea.
- Las personas de las que se rodea la victima son determinantes para liberar por completo esas emociones negativas.
Las secuelas del abuso psicológico no desaparecen de la noche a la mañana. Es un proceso en el que se requiere apoyo, comprensión y mucha fuerza de voluntad.
Aunque en un principio todo pinta mal y el trauma hace sentir las heridas imposibles de sanar, el amor y el tiempo ayudarán a dejar todo atrás.