Nosotros les vamos a decir algo, esta historia dan ganas de llorar, es verdad, por lo que si tienen un corazón blando deben pensarlo dos veces para leer esto pues les va a poner el corazón chiquito.
Pero el punto de este tipo de historias es darle una lección a las otras personas para que sepan la importancia de nuestros padres y que a pesar de que están ancianos es ahora nuestro turno de curarlos, cuidarlos y darles todo el amor que podemos.
CONOCE MÁS SOBRE LA HISTORIA DE ESTA POBRE MADRE ABANDONADA EN UN ASILO POR SU HIJO
Toda esta historia comienza cuando un joven recibe una llamada, fastidiado pensando que era su madre nuevamente para hablar con él como solía llamarlo seguidamente, no sabía si contestar o no.
Después de varios intentos de que la llamada persistía el decidió contestar para enfrentar una terrible realidad y es que su madre estaba agonizando y él debía dirigirse rápidamente hacia el asilo donde la tenía abandonada pues ella tenía un mensaje para él.
Apenas llegó a donde su madre el le dijo que por favor le pidiera lo que sea que él se lo daba pues era su madre, a lo que ella dijo: “Por favor, coloca ventiladores en cada esquina de este asilo donde pasé tantos años. Además, ayuda al asilo a conseguir donaciones para conseguir refrigeradores. De esa forma, los que quedan y los que vendrán no comerán comida casi dañada por falta de refrigeración. También, solicita ayuda a las autoridades, muchos del personal no están capacitados para atendernos. Hazlo por mí, hazlo en memoria de tu madre.”
El joven en vez de decirle que se la hubiese llevado y hubiese estado estos años con ella, le dijo que él le pudo haber comprado ventiladores o hecho algo para que su estadía en el asilo fuese más cómoda, cosa que es completamente inaudito.
La madre sorprendida por la respuesta del joven prosiguió con su mensaje: “Con el tiempo, me acostumbré al calor y al hambre, aunque nunca pude superar tu abandono. Todos los días esperaba con ansias que me regalaras un minuto de tu tiempo, pero estabas muy ocupado. Ahora, el peor de mis miedos es que cuando tu llegues a mi edad, no puedas acostumbrarte al abandono de tus hijos. Le pido a Dios con todas mis fuerzas que eso jamás te pase a ti.”
Esto es una lección no solamente para este joven quien ahora por miedo y decepción quisiera estar más tiempo con su madre que ahora lo ve desde el cielo pero también es un llamado para cada uno de nosotros de que debemos cuidar a nuestros padres pues ellos por bastantes años nos dieron todo y hasta más.