En el juego del coqueteo se vale utilizar todas las armas a tu favor y, ¿por qué no? También romper las reglas.
Atrás quedaron esos días en los que la mujer tenía que esperar a ser cortejada, pues ahora también pueden dar el primer paso.
En este artículo no nos enfocaremos precisamente en cuestiones banales, pues está de más hacer hincapié en que un lindo atuendo atrae miradas.
Pero, ¿qué es lo que realmente atrae a un hombre? Lo primero que hay que hacer es darnos un baño de psicología básica y técnicas sociales que no fallan.
¿Cómo atraer a un hombre?
Seducir a un hombre requiere reconocernos primero, saber quiénes somos y sentirnos seguras de nosotras mismas.
Necesitamos transmitir confianza interior independientemente de cómo luzca nuestra apariencia física. La clave está en cumplir con los siguientes pasos:
- Incitarlo no solo a que se interese en ti sino también a que te desee.
- Convertirte en la persona en la que puede confiar.
- Mandar señales con un toque de ambigüedad.
- Crear la ilusión de que otros te desean.
- Hacerle creer que te necesita.
Por otro lado, no hay nada que pueda con la feminidad. Una mujer con características propias del rol tradicional, comprensiva, vulnerable, y a la vez, independiente.
Indudablemente despertará curiosidad frente a un hombre. Analicemos de forma más detallada:
1. Interés
Lo primero que tienes que hacer es preguntarte: ¿qué te vuelve vulnerable ante esa persona? Analiza qué es lo que cambia en tu lenguaje corporal y transforma tus movimientos.
Está bien que sonrías y te muestres en un estado de comodidad.
Por ningún motivo dejes que vea que te pones nerviosa al juguetear con tu dedo en la punta del cabello, morderte el labio o tartamudear al hablar.
Sé enérgica y creativa a la hora de entablar una conversación: esto permitirá que entre en confianza y despierte su interés.
2. Confianza
La clave está en acercarte de forma sutil, pues si eres demasiado directa corres el riesgo de que genere resistencia. La seducción debe darse de forma gradual: que el hombre no se percate de tu existencia rápidamente.
Puedes iniciar un acercamiento a través de un tercero, pero tu comportamiento debe ser neutral. Siempre es mejor dar la oportunidad de que el otro hable para que puedas analizar tus fortalezas, debilidades y oportunidades.
En el arte de seducir gana quien mantiene la mente fría, pues si dejas que tus emociones te guíen, perderás el control de la situación.
3. Ambigüedad
El siguiente paso consiste en lograr que note tu presencia llamando la atención. ¿Cómo hacerlo? Se trata de dar señales contradictorias que le causen duda.
Es decir, sé suave, inteligente, pero a la vez muéstrate débil. Esto hará que entre en un estado de confusión y el misterio lo mantendrá cerca de ti.
Pongamos atención a la siguiente analogía: la mercadotecnia te ofrece un producto mostrando todas sus cualidades y se vuelve tan irresistible que quieres probarlo cuanto antes.
En las relaciones funciona de forma similar y es entonces cuando entra la fantasía. El hecho de no ¨darle a probar¨, hablado metafóricamente, te vuelve un reto y por supuesto que saldrá su instinto de competencia para tenerte.
Cabe resaltar que no debes sentirte segura de que lo atraes hasta que ante tu presencia física evidencie que le gustas pero también sienta tu ausencia.
Es decir, tu forma de vestir y la manera en que luce tu labial seguro hace que voltee a verte. Pero tu objetivo es cautivar su mente, que vea que detrás de tu atuendo hay más.
Para lograrlo tienes que poner el desinterés y la inseguridad en la balanza. Lo que significa que no debes mostrarte demasiado tímida ni tampoco fría: mezcla ambas y lo atraparás.
4. Ilusión
¿Por qué queremos lo que otros tienen? Hay algo que en psicología se denomina “síndrome de la pieza faltante”, que explica por qué deseas lo que no posees.
Esta situación no solo se presenta en el ámbito del amor, lo vemos de forma cotidiana. Sentimos presión cuando alguien está logrando algo y nosotros no.
Es una insatisfacción que no nos permite avanzar y nos provoca inquietud. Una mujer que otros evitan no despierta interés en el resto.
Es necesario que te muestres como alguien deseable, que el hombre crea que eres célebre entre los demás. Esto automáticamente aumentará tu valor y hará lo que sea por tenerte.
5. Necesidad
Una persona satisfecha difícilmente va ser seducida. Necesitas hacerle creer que te necesita. Allá afuera hay un sinfín de mujeres que de forma directa o indirecta son tu competencia.
Así pues, tienes que mostrar tus mejores cualidades y proyectar una imagen de superioridad.
Puedes empezar por tocar temas sensibles, situaciones de su pasado en las que le permitas ver que eres mucho mejor que otras mujeres.
Lo mejor es mantenerte fuerte, que él descubra que eres alguien en quien puede confiar y sentirse vulnerable.
Esta es una forma de dar un paso más allá de la amistad, si remueves una herida, la ansiedad por llenar ese vacío lo hará descubrir que tú eres la indicada para cubrir su necesidad.
La oportunidad de llenar un vacío es una debilidad que se usa para seducir.
Sé encantadora pero sútil, no invadas su espacio y deja que te busque. De otra manera, si eres invasiva, terminará huyendo.
Tienes que lograr que cuando esté contigo se sienta en paz y cómodo, pero al alejarte te eche de menos.
Y bien, ¿lista para atraerlo?