10 cortas historias que demuestran que no es imposible encontrar la media naranja en cualquier lugar

Dicen que el amor llega cuando menos te lo esperas y que antes de eso vas a tener que conocer a otras personas con las que vas a aprender varias cosas, caerás y te levantarás para volver a creer en el verdadero amor.


No es cosa fácil saber si la persona que conociste es tu media naranja, así que dejas que pase un tiempo para estar realmente seguro(a) de ello. En esta ocasión te mostraremos algunas historias que demuestran que el verdadero amor si existe y que nunca es tarde para encontrarlo. Todo esto gracias al proyecto “The Way We Met” que publica historias, fotos y videos reales en Instagram.
#1. JUNTOS EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS
Después de algunos ataques epilépticos, Jessica Sharman perdió la memoria. No recordaba su nombre, ni a sus seres queridos y su novio Richard Bishop se convirtió para ella en un desconocido junto al que se sentía incómoda.
Pero Richard no se rindió y comenzó a ganarse la confianza de Jessica nuevamente. Su amor y su paciencia volvieron a conquistarla.

“Yo no lo conocía para nada, pero él se comportaba como si nos amáramos. Traté de cortar la relación, pero él se veía muy vulnerable. Me prometió que me ayudaría a recordar lo bien que la pasábamos juntos.
“La fortaleza de sus sentimientos y sus cuidados, finalmente me convencieron de darle a la relación otra oportunidad. No recuerdo la primera vez que me enamoré de Richard, pero sin duda recuerdo la segunda”.
#2. GRACIAS A ESE TREN
“Recuerdo la primera vez que vi a Mark en el tren, camino al trabajo. Fue amor a primera vista. Después lo veía todos los días, pero él siempre estaba absorto en un libro. Me atreví a una acción desesperada: le entregué una carta, en la que lo invitaba a salir.
Estuve loca de nervios todo el día, hasta que a las 17.30 me respondió que no podía aceptar mi invitación, porque tenía novia.

Pasaron 8 meses. Mark y yo seguíamos siendo compañeros de viaje que no se hablaban. Pero un día, recibí un mail en el que él me invitaba a salir. Sucedió que su relación había terminado unos meses antes.
Nuestra primera cita fue perfecta, 3 meses después ya vivíamos juntos y tres años más tarde él me propuso matrimonio. En un tren, por supuesto”.
#3. UN AMOR CASUAL
“Hoy en día me parece una locura haber encontrado el amor en un sitio web de encuentros. Cuando nos conocimos, yo tenía 33 años y Chris, 35. Ambos estábamos preocupados porque creíamos que ya no íbamos a encontrar el amor, pero, por suerte, no fue así. Chris y yo somos fanáticos del fútbol. Cuando vi su foto, me llamó la atención porque llevaba puesta la remera de su equipo.

Como hacía frío, me negué a ponerme un vestido (incluso para una primera cita) y le propuse a Chris pasar la tarde en un ambiente informal. A él no le importó. Fui a su casa, pedimos comida y simplemente nos quedamos viendo televisión.
Nos sentimos como si nos conociéramos desde hace una eternidad. Desde entonces pasaron dos años y medio, estamos casados y hace poco nació nuestra hija”.
#4. MENOS MAL QUE FUI A ESE LUGAR
“Conocí a mi esposa por estar en el lugar correcto, en el momento indicado. Mis amigos me habían invitado a una discoteca. Yo no quería ir, pero uno de ellos me convenció diciéndome que iba presentarme a una bella mujer.
En efecto, era linda, pero cuando empecé a conversar con ella, vi de reojo a otra mujer y ya no pude quitarle los ojos de encima. Se llamaba Claire.

Enseguida la invité a bailar y más tarde le pedí permiso para besarla. Se puso colorada hasta las orejas y asintió. Ese beso me pareció magia pura. Volvimos a la mesa y hablamos durante horas.
Después volvimos a vernos y 5 meses más tarde le hice la pregunta más importante. Ahora, ya hace 7 años que estamos juntos, tenemos 2 hijos y muchos momentos de felicidad vividos”.
#5. AMOR EN LA UNIVERSIDAD
“Conocí a mi esposo Pete en la universidad. Su hermana Nancy era mi compañera de cuarto y vi una foto que ella tenía de Pete. Le comenté que me parecía lindo y ella insistió en organizarnos una cita. Eso pasó 34 años atrás. Desde entonces somos inseparables. Soy diseñadora de interiores, Pete es ingeniero y nuestras habilidades nos ayudaron a crear un equipo único.

Hemos criado a 3 hijos maravillosos que ya tienen sus propias familias. Valoramos cada instante que pasamos con ellos y con nuestros 2 nietos.
Desde hace muchos años tenemos una costumbre: varias veces por semana salimos de paseo con nuestro perro labrador. Es una manera entre muchas que tenemos de fortalecer nuestro matrimonio.


#6. GRACIAS A LA LAVANDERÍA
“Conocí a Josh en la lavandería. Yo vivía temporalmente en casa de una amiga que no tenía lavadora, así que debí buscar una lavandería. No fue fácil encontrar una, pero finalmente vi a un joven que caminaba con una canasta llena de ropa sucia y le pregunté dónde podía lavar la ropa.
Él me mostró la lavandería que usaba, que era un cuarto con 2 lavadoras.

Yo hablaba alegremente con él, pero al principio no le presté mucha atención. Me pareció que era tímido, aunque guapo. Nos separamos para hacer nuestras cosas y cuando volví a buscar la ropa limpia, hallé una nota:
Josh me invitaba a beber un café. Después de la primera cita nos vimos todos los días. Ahora estamos comprometidos. No puedo esperar para lavar su ropa hasta el fin de mis días (es broma)”.
#7. AMOR DE PELÍCULA
“Nuestra historia de amor se parece a las que vemos en las películas. Yo regresaba de un viaje de negocios por Asia. Estaba haciendo el check-in en el aeropuerto de Bangkok cuando, de pronto, a mi derecha vi a la mujer de mis sueños.
Pero cuando recibí mi talón de embarque y quise hablarle, ella ya no estaba ahí. Pasé las siguientes 2 horas pensando: “¿y qué hubiera pasado si…?”

Llegó el momento de abordar el avión. Adivinen a quién me crucé. Platicamos durante todo el tiempo que duró el vuelo y entonces comprendí que ella era la mujer perfecta para mí. El avión aterrizó en Doha, yo partí hacia los EE.UU. y ella hacia Barcelona.
No podía quitármela de la cabeza y unas semanas después volé a España. 3 días después decidí que me mudaría allí para siempre. Me arriesgué y no me equivoqué”.
#8. ÉL EN CANADÁ Y YO EN NUEVA YORK
“Conocí a Thomas en un sitio de encuentros. Él vivía en Canadá y yo en Nueva York. Una semana más tarde, ya estábamos enamorados. Nos enviábamos SMS, hablábamos por teléfono y por Skype todos los días y 3 semanas más tarde él dejó todo, excepto a su perro y vino a Nueva York.
El mismo día que nos vimos por primera vez, empezamos a vivir juntos, con 2 perros en un estudio de 27 metros cuadrados.

Todos decían que estábamos locos, pero fue la mejor decisión de nuestras vidas. Él me propuso matrimonio con un caramelo de cereza en forma de anillo y nos casamos en un registro civil: solo nosotros 2 y nuestros perros. Fue el casamiento de nuestros sueños. Somos la pareja más demente de la Tierra, lo sé, pero no lo cambiaría por nada del mundo”.
#9. GRACIAS A LA CAMIONETA
“Hace 3 años fui a hacer compras a un supermercado. Cuando salí, desbloqueé las puertas de mi 4×4, pero al acercarme, vi a un hombre junto a él. Estaba guardando sus compras en mi baúl. Le dije que el auto era mío, pero él se echó a reír y dijo que era su 4×4. Entonces volví a bloquear las puertas y se dio cuenta de su error: su auto estaba estacionado al lado.

Se puso pálido y se disculpó y yo, para desdramatizar el momento, hice una broma: “Puede dejar sus productos, me los quedaré con mucho gusto”. Y él respondió: “Sólo si me prepara una cena con ellos” .
Un par de semanas más tarde en verdad le preparé una cena en mi casa y así empezó todo. Cuando contamos nuestra historia, la gente a veces no nos cree, pero algo así es imposible de inventar. Es el destino”.
#10. NUNCA, NUNCA, NUNCA ES TARDE PARA ENCONTRAR EL AMOR
¡Nunca es tarde para encontrar el amor! Es lo que quieren transmitirnos Murphy Wilson, de 70 años y Lucinda Myers, de 67. Al principio se admiraban a distancia. Lucinda creía que quien debía dar el primer paso era el hombre, pero cuando vio que Murphy dejó de asistir a la misa de los sábados, hizo una excepción. Se armó de valor y le dijo: “Últimamente ya nunca veo su maravillosa sonrisa”.

Empezaron a salir y, un mes más tarde, Murphy le propuso matrimonio a Lucinda. Cuando vio a su novia caminando hacia el altar, se puso tan nervioso que quedó petrificado. El pastor debió darle al novio un pequeño empujón, algo que le hizo bastante gracia a los invitados.


Ninguno de los 2 se estaba casando por primera vez: la esposa de Murphy había muerto en el año 2013 y Lucinda se había divorciado de su primer marido. Ella volvió a encontrar el amor 30 años más tarde.
Fuente: LaFoka

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