¿Se te olvida lo que querías decir? ¿No recuerdas para que fuiste a la cocina o qué necesitas comprar en el mercado? ¿Pasas por alto fechas o actividades importantes? Quizás tu cerebro está saturado de información y se está rebelando. La buena noticia es que puedes mejorar la memoria a corto plazo con ciertos hábitos y ejercicios. Te contaremos más en el siguiente artículo.
Tips para tener mejor memoria a corto plazo
Existen dos tipos de memoria: de corto y de mediano plazo. La primera se usa para almacenar datos inmediatos, como por ejemplo el nombre de una persona que recién conocimos. Su capacidad es limitada. La segunda nos sirve para tareas que requieren más concentración o esfuerzo, como un examen o algo que hacemos de forma cotidiana.
Si quieres tener una memoria a corto plazo más eficaz, porque te has dado cuenta de que últimamente no recuerdas cosas que te acaban de decir, presta atención a los siguientes consejos:
1. Presta atención
Lo importante es que te enfoques en una sola cosa al mismo tiempo. En los últimos años ha surgido una filosofía denominada “multitasking”, en la cual nos hacen creer que podemos hacer mil cosas a la vez. Pero eso no es verdad. Si bien es cierto que podemos adelantar una tarea mientras otra se está haciendo o bien aprovechar una actividad para cumplir con otra, no tenemos la capacidad de prestar la misma atención a dos o más cosas.
¿Por qué? Porque siempre habrá una actividad que se “robe” el enfoque, y puede suceder que no terminemos haciendo nada bien. El cerebro actúa mejor cuando presta atención únicamente a lo que tiene en frente.
2. Disfruta juegos mentales
La memoria a corto plazo se puede estimular de mil maneras posibles. El cerebro puede responder a los estímulos y a los ejercicios de la misma manera que lo hacen los músculos de los brazos. Cuando aprendes algo nuevo la mente genera vías neuronales adicionales formando más conexiones (como si se tratase de la red del metro, por ejemplo).
Por lo tanto, es fundamental darle material para construir rieles que se conecten entre los pensamientos ¿De qué manera? A través de juegos de memoria, rompecabezas y otros pasatiempos similares.
3. Usa todos tus sentidos
Los recuerdos no sólo pueden ser creados a través de lo que ven nuestros ojos. Seguro traes a tu memoria algún aroma de tu infancia, como el pan recién horneado por tu abuela o una canción que te cantaba tu madre cuando tenías miedo ¡Puedes aprovechar tus sentidos también de adulto!
Si tienes problemas para recordar el nombre de una persona repítela varias veces en voz alta, así el oído interviene en la formación del recuerdo; si deseas acordarte de una receta de cocina prueba conscientemente su sabor en el paladar.
4. Usa la mnemotecnia
Esta técnica de asociación de palabras, imágenes o frases puede ayudarte para que puedas tener una mejor memoria a corto plazo. Las rimas también son de gran utilidad. Por ejemplo, para acordarse cuáles meses son de 30 días hay una regla de mnemotecnia: “30 días tiene septiembre, con abril, junio y noviembre”.
Incluso puedes usar reglas propias basándote en información personal fácil de recordar, como pueden ser iniciales de nombres de familiares o de personajes importantes para ti. Usa las fórmulas que te sean más simples de repetir.
5. Segmenta y organiza
Cuando tenemos que recordar un número de teléfono de 10 dígitos, es fácil olvidarlo si lo tratamos de memorizar como un conjunto. Sin embargo, cuando lo separamos de dos en dos o en bloques de tres, cuatro y tres números será más sencillo recordarlos la próxima vez. Repite la secuencia varias veces hasta que se fijen en tu mente.
Otra técnica que te puede ayudar sobremanera es segmentar. Cuando ibas a la escuela seguro habrás hecho alguna vez un cuadro sinóptico o subrayado las ideas principales de un texto ¡Haz lo mismo con la información que necesitas recordar! Los datos concretos y las imágenes son excelentes amigos de la mente.
6. Come mejor
Por supuesto que hay relación entre la dieta diaria y la actividad cerebral. Una alimentación repleta en ácidos grasos Omega 3 (incluida en el salmón, las nueces y el aguacate, por ejemplo) y en proteínas vegetales (frutas y verduras) evita el envejecimiento prematuro y las enfermedades mentales o cognitivas como el mal de Alzheimer.
7. Duerme bien
¿Te has dado cuenta de que es más difícil recordar alguna información cuando la jornada está terminando? ¿O que no te acuerdas de algo simple si sólo has dormido 3 o 4 horas? Esto se debe a que el cerebro necesita descansar para rendir, tal y como sucede con cualquier otro músculo.
Trata de llevar una rutina saludable de sueño: duerme entre 7 y 8 horas. Acuéstate y levántate a la misma hora y en lo posible toma una pequeña siesta de media hora por las tardes. No veas televisión en la cama, ni comas copiosamente para evitar el insomnio.
8. Haz ejercicio
Tener una rutina deportiva puede ser de utilidad para mejorar la memoria a corto plazo. Al realizar ejercicio el cuerpo se oxigena y ese “aire puro” también llega a la mente. De esta manera tiene más capacidad para acordarse de la información que le brindas durante la jornada. Puedes hacer algo de cardio (bicicleta, cinta, correr, etc) para potenciar tus funciones cerebrales.