Hacele frente a la retención de líquidos con estos 9 consejos

¿Sabías que un descanso adecuado es fundamental para favorecer tanto la salud circulatoria como la linfática? Al dormir los músculos se relajan y conseguimos que la sangre fluya mejor.








La retención de líquidos, también llamada hidropesía o edema, es un trastorno muy común que tiene lugar cuando los líquidos se acumulan de forma excesiva en los tejidos del cuerpo.

No se trata de una enfermedad por sí sola, sino que es un síntoma de algunas patologías como, por ejemplo, la hipertensión arterial, la insuficiencia renal o la artritis.

Suele manifestarse con una evidente inflamación en las extremidades, aunque algunas veces produce dolor y una fuerte sensación de cansancio.

Su aparición también está vinculada con el sedentarismo, los cambios hormonales y el consumo excesivo de sal.



Por suerte, poniendo en práctica algunas recomendaciones se puede prevenir y tratar antes de que genere otros tipos de complicaciones.

A continuación compartimos en detalle las 9 mejores.



1. Aumentar el consumo de agua


El consumo diario de agua durante la jornada es una de las formas más eficaces de evitar la retención de líquidos y el exceso de inflamación.








Contrario a lo que algunas personas piensan, la ingesta de líquidos no empeora la retención, sino que estimula su expulsión a través de la orina.

El agua estimula la actividad de los riñones, facilita el proceso de filtración de la sangre y remueve los desechos que se van acumulando en el cuerpo.

2. Limitar el consumo de sal

Está comprobado que la mayoría de las personas consumen más del doble de la cantidad recomendada de sal.

Este producto, aunque es necesario en cierta medida, altera los procesos inflamatorios del cuerpo y empeora los casos de hidropesía.

Lo más preocupante es que muchos ignoran que también está presente en comidas como:

Aderezos industriales.
Embutidos y enlatados.
Comidas precocinadas.
Algunos quesos.
Palomitas de maíz.
Frituras y snacks.

3. Incluir alimentos frescos en la dieta


Los alimentos frescos como las frutas y los vegetales tienen compuestos naturales que ayudan a hacerle frente a la retención de líquidos.

Su riqueza en antioxidantes, agua y fibra ejercen un efecto diurético que facilitan el control de los edemas, la inflamación y la sensación de pesadez.

Cuentan con carbohidratos esenciales, proteínas y minerales que, al ser absorbidos, impiden que los fluidos se acumulen en los tejidos.

4. Realizar ejercicio regular

La práctica diaria o regular de ejercicio físico es una de las claves para combatir y prevenir los casos de retención de líquidos.

Este tipo de actividades estimula la función del sistema circulatorio y linfático, de modo que facilitan la eliminación de los desechos que se retienen en la sangre.








También estimula la actividad renal y aumenta la producción de orina para lograr una óptima expulsión de los fluidos.

Además, es una forma eficaz de mantener el sobrepeso y la obesidad alejados, ya que ambos influyen de forma negativa en este problema.

5. Evitar las prendas demasiado ajustadas


Si bien para muchas es un acto inofensivo, el uso de prendas demasiado ajustadas puede acarrear consecuencias negativas en el cuerpo.

Estas no solo impiden una buena circulación sino que, con el tiempo, dificultan la correcta expulsión de los líquidos de los tejidos.

6. Reactivar la circulación

Los hábitos de vida saludables, las duchas de agua fría y los masajes son formas simples de reactivar la circulación sanguínea cuando se presentan dificultades en el drenaje de los líquidos.

En ocasiones, la inflamación de las extremidades y la sensación de dolor son el resultado de una insuficiencia circulatoria que impide el correcto paso del flujo sanguíneo.

El uso de cremas con efecto vascular y las infusiones también son soluciones contra estos problemas.

7. Descansar bien


El descanso es determinante para tener una buena salud circulatoria y linfática. Aunque algunos lo ignoran, al descansar se relajan los músculos y la circulación fluye con más facilidad.

Esto reduce la tendencia a acumular líquidos y, de paso, participa en los procesos que se encargan de controlar la inflamación.

8. Elevar las piernas

La elevación de las piernas es una solución eficaz cuando la retención se genera en la parte inferior del cuerpo.

Esta postura facilita el retorno de la sangre hacia el corazón y, de paso, promueve la eliminación de los líquidos retenidos.

A su vez, ejerce un efecto relajante y antiinflamatorio que controla la sensación de dolor, hormigueo y otros síntomas asociados.

9. Controlar el peso corporal


El exceso de peso corporal es una de las causas principales de edema e inflamación.

Dado que esta condición implica un sobresfuerzo para el organismo, es común que desencadene problemas en la circulación sanguínea y eliminación de los fluidos.

Es primordial mantener un peso estable y equilibrado, seguir una alimentación balanceada y practicar ejercicio.

Todos estos consejos son útiles tanto para prevenir como para tratar los problemas de retención de líquidos.

Asimismo, siempre es conveniente solicitar ayuda médica para determinar cuál es su origen.

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