Según sus amigos, la joven estaba cansada de la actitud tiránica de su padre, y había expresado con anterioridad su deseo de irse de casa.
Por tal razón, para nadie fue una sorpresa conocer la noticia de que se había escapado. Lo que nadie sabía era adonde se había ido. Como no se pudo encontrar a la chica, la policía decidió cerrar el caso. Pero 24 años después se descubre que Elizabeth estuvo todo el tiempo encerrada en el sótano de su casa.
Lo que en realidad sucedía era que la joven no se había escapado de casa, sino que su padre la había encerrado en el sótano por casi 25 años. Este hombre solía abusar sexualmente a su hija de manera descabellada. De hecho, todo empezó desde que era muy joven, a la edad de solo 11 años. Dos años antes de la supuesta huida, el padre comenzó a preparar el sótano para encerrarla.
Su padre la encierra
Finalmente, el 29 de septiembre del 1984, su padre encerró a Elizabeth en el sótano a la edad de 18 años. Fue en este lugar donde pasó la mayor parte de su vida. Este hombre abusaba de su hija, pues se sentía con el poder para hacerlo. De esta relación, nacieron 7 criaturas que no se saben si eran hijos o nietos. Uno de los pequeños murió luego de 3 días de nacido, al no recibir atención médica.
Puesto que era prácticamente imposible tener a tantos niños en el sótano, su padre ideó un plan. Josef le quitó 3 de sus hijos a la mujer y los llevó a vivir consigo. Entonces, arregló todo para que los demás creyeran que su fugitiva hija se los había enviado para que los criara. El resto de los niños lamentablemente solo pudo conocer la oscuridad del sótano. No fue sino hasta 24 años después cuando toda la verdad salió a la luz y el padre de Elizabeth debió enfrentarla.
Cierto día, la hija mayor de Elizabeth, Kerstin, enfermó de gravedad. Por tal razón, su padre se vio obligado a llevarla al hospital. Luego de examinarla, los médicos le diagnosticaron insuficiencia renal. Para poder intervenir en una operación, se requería la presencia de ambos padres. Josef trató de mostrarle cartas falsas donde se alegaba que la hija vivía en una iglesia y les había entregado a sus hijos. Sin embargo, la actitud de Josef resultó sospechosa para los médicos.
Cuenta la verdad
Al padre de Elizabeth no le quedó más remedio que sacar a su hija del sótano y llevarla al hospital. Allí los estaba esperando la policía, quienes se llevaron presos a ambas personas. Por razones de seguridad, los oficiales decidieron encarcelarlos en celdas distintas. Entonces, comenzaron los interrogatorios.
Elizabeth estaba llena de pánico, por lo que no decía nada. No fue sino hasta que la policía le dijo que no dejarían que su padre se acercara otra vez a ella cuando la mujer decidió decir toda la verdad. Entonces, la policía realizó pruebas genéticas y se confirmó la historia de Elizabeth.
Su padre, de 73 años fue condenado a cadena perpetua. En estos momentos se encuentra en una prisión para enfermos mentales. Los oficiales a cargo del caso dijeron que Josef carecía de empatía y solo le importaba satisfacer sus impulsos.
¿Quién sabe hasta donde habría llegado el padre de Elizabeth si Kerstin no se hubiera enfermado? Es muy probable que ella, su madre y sus hermanos hubieran tenido que vivir con un monstruo hasta el día de su muerte. Esta historia parece sacada de una película de terror. Si estas en contra del abuso infantil, comparte esta historia en tus redes sociales.