La muerte es una experiencia muy difícil, ninguno de nosotros está preparado para aceptar que un ser querido partió. Sin embargo, queda grabado en nuestro corazón, todos los momentos que vivimos juntos, lo que aprendimos de ellos, los momentos que disfrutamos y el tiempo que estuvieron con nosotros.
Definitivamente deseamos volver a verlos y sentir que están presentes, que permanecen a nuestro lado acompañándonos. Y aunque sabemos que no lo volveremos a ver físicamente su alma puede visitarnos algunas veces a través de los sueños.
Mientras se duerme, muchas personas han experimentado esa sensación de estar con quienes ya no se encuentran entre nosotros y los que han experimentado esto, deben sentirse plenos y afortunados de haber tenido la oportunidad de compartir esos momentos con su familiar o amigo fallecido.
Los sueños son una puerta que se abren para nosotros, es una conexión.
Estos sueños son mucho más espirituales y fascinantes, muchas personas no saben cono reaccionar ante ellos por ser todo un misterio. Los expertos están investigando sobre el tema, el objetivo es otorgarles a las personas mejores herramientas para que comprendan esta situación.
Un artículo escrito por Patrick McNamara, estos sueños son llamados “sueños visita” y tienen varias características comunes.
- La persona que ya no está con nosotros aparece mucho más joven y saludable que como estaba al momento de morir y esto se debe a que normalmente se recuerda la parte más feliz y positiva.
- Suelen traer mensajes de tranquilidad para las personas que sueñan, por ejemplo “ todavía estoy con ustedes, estoy bien”.
- Última característica es que las personas que tienen estos sueños no son como los sueños normales, puedes experimentar visitas mucho más reales, visitas mucho más intensas y el sueño más claro cuando despiertas.
No es solo un asunto de científicos sino también espiritual, según la conocida Medium Lauri Moore “las personas fallecidas” aparecen en nuestro sueño para comunicar a los soñadores que se encuentran bien y que los aman. Y también afirma, que todos podemos tener esa experiencia, el único requisito es desear que suceda.