El propósito del estudio fue evaluar el contenido de 8 marcas de hamburguesas de comida rápida utilizando métodos histológicos. Los estadounidenses consumen cerca de 5 mil millones de hamburguesas al año, y la mayoría de la gente que las consume asume que están compuestas principalmente de carne.
Los investigadores también encontraron interesante buscar tejido cerebral, afortunadamente no encontraron ninguno. La verdad es que el contenido de carne en las hamburguesas de comida rápida es muy bajo. Aquí hay un desglose de lo que podría encontrar en una hamburguesa de comida rápida, según el estudio:
- El contenido de agua en peso osciló entre el 37,7 y el 62,4 por ciento, con un promedio del 49 por ciento.
- El contenido de carne en las hamburguesas osciló entre el 2,1 y el 14,8 por ciento, un promedio del 12,1 por ciento.
- La microscopia electrónica reveló la existencia de músculo esquelético preservado
- Tejidos conectivos
- Vasos sanguíneos
- Nervios periféricos
- Tejido Adiposo
- Material vegetal
- Cartílago
- Hueso
Las hamburguesas de comida rápida se componen de poca carne (media 12.1 por ciento). Aproximadamente la mitad de su peso se compone de agua. Los tipos de tejidos inesperados encontrados en algunas hamburguesas incluían hueso, cartílago y material vegetal; no había tejido cerebral. Se descubrieron parásitos sarcocystis en 2 hamburguesas.
Muchos ingredientes misteriosos en las comidas rápidas son a menudo productos químicos industriales. Quería publicar esto para que los consumidores de carne de comida rápida sepan que realmente no están consumiendo mucha carne; e incluso la carne que están consumiendo es de muy baja calidad.
Miles de millones de animales son asesinados cada año por la industria alimentaria. Nuestra industria alimentaria moderna no es una que promueve la salud, sino más bien la enfermedad. La industria hará todo lo posible para convertirte en un adicto, pero al final la elección es tuya. Esperamos que esto te inspire a investigar más a fondo lo que realmente estás poniendo en tu cuerpo sobre una base diaria.
Es hora de que empecemos a preguntarnos, ¿qué estamos comiendo realmente?
