La editora Michelle Barrow le contó a sus dinstinguidos lectores una particular historia sobre algo inesperado que hace un tiempo atrás le ocurrió a ella misma.
Michelle fue a visitar a su ginecólogo porque tenía un agudo dolor en el bajo vientre y alrededor de su vagina. No sabía ni sospechaba de lo que trataba la molestia.
Desde un comienzo, el médico creyó que podría ser un antiguo tampón vaginal incrustado o algún residuo de un tampón o toalla higiénica.
El ginecólogo intento desalojar el misterioso bulto por unos cuantos minutos y al no poder llamó a una enfermera ayudante para que le trajese unas pinzas y tijeras grandes de cirugía.
Cuando el médico por fin logró sacar lo que pensó eran residuos de tampones o toallas higiénicas Michelle se percato de que lo que se extrajo de ella fue un fajo de pelos que se parecía mucho al color de su adorable mascota y gato Donut.
Pero ¿Cómo es posible que esa faja de pelo se encontrara dentro del cuerpo de Michelle?
Ella solo encontró una rara y loca explicación.
Michelle redacto: “Mi teoría es que las sábanas son los culpables: No soy muy buena para hacer la cama todos los días y mis gatos Cricket y Donut tienen rienda suelta. Mi novio y yo no utilizamos protección a la hora de tener relaciones lo que sería fácil para él tener sin saberlo, un poco de pelo en su miembro y de esta manera se deslizaron los pelos dentro de la vagina.”
Con esto aprendemos que debemos mantener las mascotas fuera de la cama, pues este es un lugar intimo y que debemos mantener aseado.