El ajo es un alimento muy antiguo que se ha utilizado como condimento de muchos platos e ingrediente activo de cientos de remedios.
Es un pariente cercano de la cebolla y, aunque su olor no es muy agradable, es uno de los más consumidos por todas las personas en el mundo.
En la antigüedad se utilizaba como sazonador de platos, repelente de plagas y antídoto para espantar demonios.
Si bien esta última pasó a ser una simple superstición, en la actualidad hay quienes aún piensan que sirve para combatir las malas energías.
En cualquier caso, nos encontramos con un ingrediente rico en nutrientes esenciales, con múltiples aplicaciones medicinales y una amplia variedad de beneficios para la salud.
A continuación queremos recordar sus principales propiedades y una interesante terapia que puede ser muy útil para aquellos que tienen problemas de sueño.
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Propiedades nutricionales del ajo
El ajo se destaca por su significativo aporte de calorías. Puede llegar a contener hasta 100 kcal por cada 100 gramos.
No obstante, dado que su consumo no es masivo, no supone un problema para el peso corporal.
Además, contiene hidratados de carbono complejos y proteínas que contribuyen a mejorar el rendimiento físico y mental.
Aporta vitaminas del complejo B y minerales esenciales como el sodio, el potasio y el magnesio.
Sin embargo, sus principales beneficios se le atribuyen a su alta concentración de compuestos sulfurosos como la alicina.
Principales beneficios del ajo
Aunque no se puede considerar como un ingrediente milagroso para el organismo, muchos de sus efectos lo han posicionado como uno de los mejores “superalimentos” que se pueden añadir a la dieta.
Por su composición es un buen complemento para aliviar varios tipos de infecciones, trastornos metabólicos y problemas del sistema respiratorio.
De hecho, dado que contiene antioxidantes y sustancias antiinflamatorias, es un gran aliado de la salud cardiovascular.
Su consumo mejora la elasticidad de las arterias, disminuye el exceso de colesterol y regula los niveles de presión arterial.
También mejora el riego sanguíneo hacia cada una de las células del cuerpo y contribuye a prevenir el envejecimiento prematuro.
Se le atribuyen cualidades bactericidas y antisépticas que podrían funcionar incluso mejor que ciertos antibióticos sintéticos.
Es un diurético natural que combate la retención de líquidos y el exceso de inflamación de los tejidos.
Además, está comprobado que quienes lo incluyen dentro de un plan de alimentación saludable logran reducir más peso en comparación con los que no lo comen.
¿Por qué poner un diente de ajo debajo de la almohada?
Tras conocer las bondades de consumir más ajo, nos centraremos en explicar una sencilla terapia que consiste en ponerlo debajo de la almohada cada noche.
Este antiguo secreto de las abuelas se utiliza para promover un sueño saludable y profundo, en especial en las personas que están teniendo dificultades para dormir.
Los compuestos sulfurosos del ajo se extienden junto con su olor y ejercen un efecto calmante que ayuda a mejorar la calidad de sueño.
En las culturas antiguas se pensaba que podía proteger a las personas de los malos espíritus pero, en realidad, la sensación de seguridad que brinda se debe a su concentración de zinc.
Pese a que al principio es difícil acostumbrarse al olor, con el paso de los días no representará un problema y se convertirá en la mejor solución para el insomnio.
Por si fuera poco, también tiene efectos positivos sobre el rendimiento físico al día siguiente, dado que ayuda a renovar las energías para asumir mejor la jornada.
En este sentido se recomienda complementar esta terapia con el consumo de, por lo menos, un diente en ayunas, ya sea solo o con limón.
Tratamiento natural con ajo para dormir mejor
Otra interesante manera de aprovechar los beneficios del ajo para dormir consiste en preparar una bebida natural con propiedades relajantes.
Ingredientes
1 vaso de leche (200 ml)
1 diente de ajo triturado
1 cucharadita de miel de abejas (7,5 g)
Instrucciones
Vierte la leche en una olla, agrégale el ajo triturado y déjalo hervir durante tres minutos.
Pasado este tiempo, espera a que repose, agrégale la miel y consúmelo.
Lo idóneo es ingerirlo unos 30 minutos antes de ir a la cama para conseguir óptimos resultados.
En conclusión, además de ser uno de los mejores condimentos, el ajo es un aliado para la salud y los continuos problemas de sueño.
Se puede aprovechar de múltiples formas, pero resulta interesante probarlo en terapias alternativas como la aquí propuesta.