Pasa que nadie espera realmente eso último, prepararse para la muerte de cualquier ser querido es difícil, casi imposible. Cuando pierdes a tu compañero de vida, puede resultar una situación bastante descorazonadora. Una parte de tu ser muere con la persona que amas.
El verdadero amor no siempre es tan fácil de conseguir, sin embargo cuando lo hallamos, luchamos por vivirlo incluso más allá de la muerte.
Tenemos para ti una anécdota muy conmovedora que seguro tocará una parte sensible de ti. Este hombre amaba a su mujer durante casi 7 décadas de matrimonio que vivieron y jamás se esperaba lo que iba a tener que vivir.
LUEGO DE MUCHOS AÑOS DESDE QUE SU MUJER FALLECIÓ, ESTE HOMBRE SE LLEVÓ UNA INCREÍBLE SORPRESA.
No es común hallar una historia de un amor tan profundo como el de Katie Smith y Ed Sellers. La vida tiene muchas sorpresas, y el hecho de perder a alguien muy amado no quiere decir que nuestra vida tenga que llegar a su fin. Las aventuras amorosas intensas, son algo que nos marcan profundamente y debemos conservar con aprecio.
Esta pareja se conoció a los 15 años, en una sociedad muy estricta, su amor era realmente complicado en ese entonces. No podían encontrarse a solas y no pudieron darse su primer beso. El amor floreció luego de 3 años de relación, sin embargo debieron separarse por causa de los padres.
Katie y Ed siguieron con su vida hacia adelante, cada uno con sus parejas por separados con quienes formaron grandes familias y matrimonios. Sus vidas fueron satisfactorias hasta que sus parejas murieron por la vejez.
Luego de 2 años desde que murió la esposa de Ed, con quien compartió 67 años de vida, él intentó re contactar con Katie. Encontró su número en su agenda, aunque la probabilidad de que no funcionara era muy alta.
Lo impresionante fue enterarse que Katie seguía viva y conservaba ese número, además estaba en la misma ciudad de Ed. Cuando se reencontraron, luego de 74 años, los sentimientos resurgieron como si fueran los mismos niños pequeños que se vieron por primera vez.
Los ancianos se enamoraron como nunca tuvieron la oportunidad de hacerlo, contrajeron matrimonio y hoy en día viven muy felices, conscientes de disfrutar cada mínimo instante porque su matrimonio puede no durar demasiado debido a su edad.
Esta es la viva prueba de que el amor es real y puede pasar el tiempo.