Mientras lo miraba, con su aspecto esquelético, claramente drogado, ropa sucia y ojos saltones, no lograba identificarlo. Y entonces el hombre se presentó.
Su nombre es Patrick Wanjiru de 34 años y fue el mejor amigo de Wanja cuando ellos tenían 7 años.
¡LA MUJER ESTABA EN SHOCK!
¿Cómo era posible que Hinga –como le llamaban- hubiera acabado así? ¡Era uno de los estudiantes más destacados de la clase! Además, era muy buen jugador de futbol.
PATRICK LE CONTÓ SU HISTORIA
Su vida se fue para abajo cuando murió su abuela, único familiar que tenía y él tuvo que abandonar la escuela. Sin tener dónde vivir, comenzó a drogarse: marihuana al inicio, después heroína. La comida la buscaba en la basura y también algunas cosas que pudiera vender para sobrevivir.
MWAURA NO LO DEJÓ EN LA CALLE
Le dio su número telefónico y entonces él empezó a llamarlo y regresó esa amistad que por muchos años se perdió.
ELLA ESTABA DECIDIDA A AYUDARLO
Para suerte de él, ella es enfermera, por lo que tenía conocimientos básicos para ayudarlo. Además, pidió apoyo en las redes sociales para costear su rehabilitación.