Cuando alguien logra algo que nosotros hemos tratado de obtener, o es más, puede que logre incluso más que nosotros en corto tiempo, esto siempre va a desatar en nosotros una serie de sentimientos, algunos positivos pero otros negativos.
Es muy probable que a ti también te haya pasado esto de que alguien más logró algo de una manera sencilla y a ti te ha costado un mundo hacerlo y esto te hace sentir mal, tanto contigo mismo como con esa otra persona, sin negarlo, sientes envidia.
Puede que haya sido tu mejor amigo quien lo haya logrado, y aunque tu estuviste allí viéndolo intentar, una vez este lo logra, puede que demostremos felicidad pero por dentro nos carcoma un sentimiento de tristeza e incluso hasta de odio hacia esa persona.
Hoy nosotros, acerca del odio y de la envidia, te estaremos dando a conocer una reflexión la cual sin duda alguna te será de mucha ayuda y te hará abrir los ojos de mejor manera ante los logros de los demás.
Cuidado con la envidia que puede hacerte daño.
La envidia muchas veces puede ser involuntaria, solo vemos lo bien que esta otra persona y ya sentimos como que nosotros pudimos haber logrado eso y más si hubiésemos hecho lo mismo, en algunos casos este sentimiento lo pasamos por alto, pero en otros es muy posible que este más bien se afiance.
Nada es más triste que sentir envidia de alguien que nosotros creemos que es nuestro mejor amigo, un amigo nos apoya siempre y nos brinda su mano cuando en verdad requerimos de ellos, no hay nada mejor que la amistad pero cuando hay envidia todo puede tornarse muy distinto.
Ese resentimiento por parte de un amigo, se siente y es un sentimiento bastante tóxico y más aún para las relaciones de amistad, puede que la envidia entre amigos haga estragos no solo con la amistad sino con todo.
Que alguien logre algo, nos logra afectar y es rara la vez que sentimos una real emoción por los logros de esa persona, esto pasa con los amigos pero ¿si en realidad valoramos una amistad, vale la pena ser egoístas?
Mostrarnos egoístas ante nuestros amigos es algo que no debería ser ya que además de dañar la amistad demostramos lo poco personas que podemos ser, personas llenas de resentimientos y que no quieren el bien para los demás. Envidiar a tus amigos no vale la pena, compartan sus triunfos y fracasos y verás que te va mucho mejor.