En un paciente, destruimos el 96% de las células cancerígenas”. Un gran avance para la lucha de esta terrible enfermedad.
Científicos de la Universidad de Arkansas, Estados Unidos, desarrollaron un prototipo para destruir células cancerígenas que circulan en el torrente sanguíneo. Esta nueva técnica podría ser utilizada para el tratamiento del melanoma, cáncer de piel, y fue publicado en la revista Science.
“En un paciente, destruimos el 96% de las células cancerígenas”, dijo Vladimir Zharov, líder de la investigación.
Y fue más allá: “Esta tecnología tiene el potencial de inhibir significativamente la progresión de la metástasis“, afirmó.
La noticia es alentadora, ya que la propagación de tumores a otras regiones del organismo es la principal causa de muertes por cáncer.
El procedimiento es totalmente no invasivo, es decir, se hace fuera del cuerpo del paciente. Los tumores liberan células en la sangre que pueden revelar que el cáncer está creciendo y se está propagando a otras partes del cuerpo.
El equipo de científicos acopló un láser con un detector de ultrasonido para crear lo que llamaron el “Cytophone“, porque el dispositivo detecta las células acústicamente.
Cuando hacen brillar el láser del ‘Cytophone’ en la piel de un animal o persona para que su luz penetre unos pocos milímetros en los vasos sanguíneos cercanos a la superficie, las células del melanoma que pasan se calientan ligeramente debido a su pigmento oscuro, la melanina. Este inofensivo calentamiento crea una pequeña onda acústica que es captada por el detector de ultrasonido.
Además, cuando los investigadores cambiaron el láser a un nivel de energía más alto pero seguro, también mostraron que los niveles de células cancerígenas circulantes de un paciente bajaron a lo largo de una hora porque el dispositivo aparentemente estaba destruyendo las células, sin causar efectos secundarios.
De acuerdo con los investigadores involucrados en el estudio, al apuntar el láser en esas células tumorales, ellas acaban absorbiendo mucha más energía de calor que las células normales, lo que las hace expandir y colapsar, o sea, morir.
Aunque este láser está aún en fases de prueba, es un avance alentador para poder combatir diferentes tipos de cáncer.