Sin embargo, no es muy sencillo. Durante el día, muchas cosas impiden tener una vigilia óptima y bien regulada. Normalmente, vamos a la cama muy fatigados. En ocasiones, pasamos toda la noche durmiendo, despertamos al día siguiente con la misma sensación de cansancio.
Razones por la que dormir no disuelve la fatiga y termines cansado
Hay muchas razones por la que si la mente no se relaja, y se produce el no descansar:
Mal hábito nocturno
Existen hábitos que pueden llegar a arruinar toda nuestra noche. Está comprobado que tener un exceso de alcohol y de bocadillos azucarados pueden ser los enemigos del buen descanso.
Otro factor puede ser el pésimo hábito de mirar las pantallas antes de dormir. Este brillo es nocivo para los seres humanos. Las ondas de luz azules son de gran beneficio durante todo el día, pero al caer la noche inhiben la producción de melatonina. Una hormona que regula los ciclos del sueño y hacen que termines cansado.
Estómago estresado
Las bacterias buenas conformadas por microbiota intestinal, son fundamentales para nuestro descanso.
Estas bacterias son las encargadas de la producción de hormonas y neurotransmisores que ayudan a calmarnos y relajarnos. Si tu estómago está mal, no podrás tener un buen descanso.
Un psique atormentada
Lo que sucede durante la vigilia suelen ser uno de los elementos que interrumpen el ciclo circadiano, llevando a que los ritmos lleguen a ser irregulares.
Encontrarse en un estrés permanente o de ansiedad es quizás una de las cuestiones que hacen que termines cansado de más personas. Los individuos afectados pueden experimentar insomnio, o dormir más de siete horas.
Esto se debe a que una mente llena de preocupaciones, es incapaz de relajarse y de alcanzar las etapas 3 y 4 del sueño, que es donde el cuerpo entra en una especie de estado de coma, donde se relaja lo suficiente para desconectarse de los problemas de la realidad, permitiendo así una sensación de descanso al despertar.
Trucos para obtener una buena noche
Mejora tus habitos diurnos
Como ya hemos planteado, lo que haces durante el día puede repercutir directamente en tu ciclo de sueño, por ello, debes reconocer cuáles son las actividades que realizas -consumir cafeína, dulces, permanecer largas horas frente a las pantallas antes de dormir-, que interrumpen tu descanso.
Incluye y modifica estos hábitos, por actividades más relajantes como leer antes de dormir o dedicar unos minutos a la meditación y respiración. Incluso puedes añadir ingredientes en tus bebidas con propiedades que incentiven el sueño y el descanso.
Deja tu mente en blanco
Al meditar tu mente y cuerpo entran en un estado de calma, aislándose de los problemas que residen en el día a día. Este método, es excelente para combatir el estrés, la ansiedad y los problemas del sueño. Practica la meditación antes de irte a dormir, y disfruta de una noche de descanso.
Otros hábitos que pueden contribuir a dormir tranquilo son:
- Establecer una rutina con horarios fijos y evita los antojos nocturnos
- Cuida tu estómago y tomar lactobacilos
- Si pierdes horas de sueño, asegúrate de recuperar ese tiempo perdido para no afectar tu ciclo de descanso.
- Establece una hora fija para despertar
- No ingieras agua en exceso cerca de la hora de acostarte, así no tendrás que pararte de la cama durante la noche