Esto es un intercambio que se da en el momento justo que se vence el miedo y nos damos a conocer al otro tal como somos en cualquier faceta de nuestras vidas.
Sabemos que no resulta nada fácil. Pues, el desnudo emocional no se le da a cualquiera. Para ello, hace falta fuerza, tiempo y ganas de abrazar, sentir y escuchar todas las emociones de las otras personas. En pocas palabras, se basa principalmente en el conocimiento de nosotros y la realidad del otro.
Desnudo emocional de uno mismo
El desnudo emocional inicia por ti, es decir, es importante que los demás te lleguen a identificar con tus sentimientos y podamos darnos cuenta de cómo nos sentimiento en ese preciso momento.
El conocer nuestra herencia emocional, escucharnos y conectarnos, es la acción de escanear nuestro cuerpo emocional para así poder destapar lo que sentimos y poder describir nuestros conflictos.
El explorar nuestras vulnerabilidades permanentes es un punto de suma importancia, es lo que nos permite ser conscientes de lo doloroso y que todo fluya.
El conocimiento de nuestras debilidades emocionales no hace que estas se vayan. Pero permite tener un conocimiento más profundo sobre lo que implica que aparezcan en nuestras vidas, así podamos identificarlas y poder actuar ante ellas.
La clave conectar nuestra herencia emocional con lo que sentimos
Esta herencia emocional posee un fuerte impacto tanto en nuestra capacidad de poder hacer una conexión emocional con los demás. Es este bagaje, la que nos hace actuar y matizar ante cualquier sensación, sentimiento y emoción de una determinada manera.
Enfrentarse ante nuestros recuerdos y aquellas sensaciones que pueden ser un resulto desagradable no resulta nada sencillo y muchas veces ni siquiera se contempla como útil.
El desnudo hemocional de una persona herida no resulta fácil
Las personas que fueron marcadas por su pasado es difícil hacer un desnudo emocional, pues les hace falta lidiar con las corazas, con las prendas que les vuelven inaccesibles.
Es necesario ser inteligente, abrir los oídos y amar a la persona. La piel y los ojos desterrando los prejuicios y la actitud de juzgar. Es una escucha activa emocional por medio de todos los sentidos sin poner alguna excusa.