A lo largo de la historia, la humanidad ha utilizado el conocimiento sobre sexualidad para comprender mejor las relaciones entre los seres humanos. Es por ello que diversos especialistas recomiendan inculcar la educación sexual desde temprana edad en los hijos para enseñarles a cuidar de su cuerpo.
Al recibir información real sobre sexualidad, el cuerpo humano y de los cambios productos del crecimiento, los niños, niñas y adolescentes pueden defenderse del toque y acercamiento indebido de otras personas. Evitando así el abuso de parte de otros niños o adultos.
Aunque para algunos padres hablar de sexo con sus hijos representa una conversación incomoda y preferible de evitar. Es necesario tomar el rol de guía y cuidador para brindarles a los más pequeños las herramientas necesarias para su defensa.
Cómo enseñarles a tus hijos a cuidar su cuerpo
Al enseñarle a tus hijos sobre sexualidad es de vital importancia destacar el derecho a negar el toque o roce por parte de otras personas a cualquier zona de su cuerpo. Además de inculcar el sentido de respeto hacia el cuerpo de otros y del suyo.
Para garantizar que los pequeños entiendan completamente esta importante conversación, es necesario ser honesto y directo con los niños. Muchas veces, los padres deciden usar sobrenombres para referirse al acto sexual o a las partes íntimas.
Aunque esta decisión puede facilitar el trabajo a los adultos –especialmente si se sienten cohibidos sobre el tema-, puede generar confusión en los niños. Por lo que se recomienda emplear los términos correctos para explicar la importancia del cuidado de todo su cuerpo.
También se puede recurrir al uso de material audiovisual apto para la edad de tus hijos, el cual utilice un lenguaje sencillo, que facilite la comprensión del tema. Mostrarte abierto ante las preguntas y demostrar confianza, ayuda a que los pequeños puedan entender mejor por qué deben cuidar su cuerpo de toques inapropiados.
Prevenir el abuso infantil
Al educar a los niños con respecto a la importancia a cuidarse del toque de otras personas, ayudamos a prevenir que individuos malintencionados se aprovechen de su inocencia. Dado que así pueden reconocer la actitud y situaciones sospechosas que les rodean.
Para ello debemos asegurarnos de garantizarles el derecho a rechazar cualquier acercamiento, caricia o beso que le incomode. Igualmente, se debe evitar obligar al niño a abrazar, besar o estar cerca de personas que no le agraden, aún si son familiares o amigos cercanos. Solo así podrá tener el control sobre quienes interactúan con él y intentan tocar o acercarse de forma indebida a su cuerpo.
