De esta forma, se decretó todos los viernes libres para todos sus trabajadores, como medida experimental. Además de otorgarle a todo el personal contratado a tiempo completo una licencia especial, que fue pagada.
Por contradictorio que parezca, tras reducir la jornada laboral de cinco días a cuatro, sin reducir el sueldo de los empleados, la empresa registró un aumento del 40% en las ventas.
Además, se ordenó limitar a 30 minutos la duración de las reuniones formales, al tiempo que se incentivó realizar este evento en formato online. Teniendo como principio que los trabajadores japoneses, poseen una de las jornadas laborales más largas de todo el mundo.