Desde el pasado septiembre las llamas han azotado el territorio nacional, llegando incluso a poner en peligro la supervivencia de los animales más emblemáticos de Australia.
Una de los factores que favoreció la continuidad de los feroces incendios, radica en la sequía que experimentó el país, la cual incentivó la expansión de las llamas. Sin embargo, tras meses de constante lucha contra el imparable fuego, la naturaleza brindó un alivio para los residentes.
Y es que recientemente Australia registró fuertes lluvias con tormenta en distintas partes de su territorio, hasta el punto de originar inundaciones en determinadas zonas del país.
Australia respira de alivio con la llegada de las lluvias
La llegada de las lluvias representó una buena noticia para las autoridades, los residentes e incluso para los animales. Ya que ayudaron a extinguir 32 incendios forestales en la zona de Nueva Gales del Sur, reduciendo el número de 120 a 88 este jueves.
La Oficina de Meteorología afirmó que se espera un incremento de las lluvias para los próximos días en Australia. Por su parte, Sky News indicó que en Melbourne en tan solo unas horas cayó el agua equivalente a un mes completo de lluvias.
Los pronósticos señalan que la tormenta se dirige hacia Nueva Gales del Sur, una invaluable ayuda para los bomberos que desde hace más de tres meses se enfrentan a las llamas en la zona.
Aunque la lluvia no extinguirá todos los incendios presentes en el territorio australiano, será una ayuda para su contención. Y es que tras meses de lidiar con las llamas y la sequía, tanto los bomberos como agricultores y demás personas, se mostraron agradecidas con la caída de las lluvias.
La tan esperada llegada de las lluvias mostró sus efectos positivos de forma inmediata en varias ciudades de Australia. Sobre las cuales desde hace varios días, se encontraba una peligrosa neblina de humo que se esfumó gracias a la lluvia.
Debido a que las lluvias no representan una solución perfecta frente a los voraces incendios, parte de la población permanece alerta ante posibles efectos secundarios. Dado que hay quienes temen que la inmensa cantidad de agua en las zonas afectadas por las llamas, represente un daño mayor, más que una solución.
Sin embargo, solo queda esperar a ver el comportamiento de los incendios tras la llegada de las lluvias a Australia y rogar por una pronta solución a esta tragedia que pone en peligro a humanos y animales.