Si tu hijo aprende lento, sé paciente y camina más despacio

El aprendizaje es un proceso que se produce de forma distinta para cada niño y es algo que debes respetar, especialmente cuando se trata de tu hijo.





Aunque para muchos padres y madres es un concepto difícil de entender, cada hijo posee su propio ritmo de madurez y de aprendizaje, con el cual se sienten más cómodos durante su crecimiento.

Algunos niños demuestran una habilidad para desarrollarse de forma inmediata y natural ante cualquier desafío intelectual que se enfrentan. Sin embargo, otros pequeños requieren de un proceso más lento y pausado con el cual logran desenvolverse correctamente.
Este aprendizaje a un ritmo más lento del mostrado por otros niños, no es razón para alarmarse sobre el desarrollo de tu hijo. Ya que esto no necesariamente significa que el pequeño presente algún tipo de inconveniente cognitivo.

Como padres, representantes y maestros, es necesario recordar que el proceso de aprendizaje para los más pequeños no es una carrera de velocidad. Sino un procedimiento natural e intuitivo, el cual puedes apoyar para motivar a tu hijo y demostrar tu respaldo hacia él.  





Si sientes que tu hijo tiene un ritmo más lento que el de los otros niños a tu alrededor, no pierdas la cabeza. Intentar apresurarlo sólo lo llevará hacia la frustración, es por ello que debes aprender a reducir tu propio ritmo y caminar a su lado.

Consejos para ayudar a tu hijo en su aprendizaje



Los padres son la mejor ayuda para un niño, especialmente si este muestra un desarrollo cognitivo más lento que el de otros pequeños. Y es que aunque no lo parezca, los hijos poseen su propia carga de presión, la cual puede empeorar, dependiendo de la actitud de su entorno.





Para motivar a tu hijo, te recomendamos evitar mostrarte molesto o enojado con su propio ritmo de desarrollo. Además, usar las palabras correctas puede potenciar su crecimiento, sin llegar a apresurar o forzar la adquisición de esos conocimientos.  

Exigirle a tu hijo que aprenda de una forma más apresurada, no representa una ayuda para su desarrollo. Al contrario, debes aceptar que requiere de un ritmo más lento y brindarle las herramientas necesarias para adaptarlas a su propio estilo.

Por otra parte, evita completamente, realizar comparaciones con otros niños, ya que son comentarios hirientes para tu hijo. Al fomentar este tipo de competencia, podrías obtener un resultado al contrario de lo esperado. Ya que puedes desmotivarlo de estudiar y de interactuar con sus compañeros o amigos.

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