Cualquiera puede ponernos lo pelos de punta, cualquiera puede desubicarnos totalmente, son sensaciones que experimentamos a una liberación hormonal, que se da por un proceso químico y biológico de nuestro cuerpo, pero la conexión espiritual esta por encima de todo y con nuestro cuerpo lo podemos percibir.
Podemos cambiar una caricia por otra, besos por otros pero cuando tenemos esa conexión mas profunda no podemos engañar a nuestro corazón, no encontraremos personas que nos hagan sentir lo mismo.
Cuando dos personas de quienes se han hecho un acuerdo de almas, se separan, ahí un vacío impresionante, no se halla en nadie más la satisfacción, la comodidad que les pertenece a estas dos personas que han estado juntas por más tiempo del que podemos reconocer.
Las misiones terminan, casi siempre amándose intensamente, dos personas deben tomar diferentes destinos para poder estar bien, muchas veces estas almas volveràn a estar juntas si las dos se encuentran en el marco terrenal, ya que podrían sentir su energía aunque ni siquiera puedan verse.
Cuando estamos en contacto con esa persona que nos lleva más allá de lo físico, podemos engañarnos al enlazarnos con alguien más, porque ese sentimiento de inspiración queda en nuestra esencia, entonces quizás podríamos confundirnos y tratar de suplantar lo que una vez nos dio placer, incluso encontraremos otras vías para sentirnos a gusto, pero nuestro espíritu nos dará un llamado especial a volver donde pertenecemos, conociendo nuestro verdadero amor.
Identificamos lo que nos ocurre, el amor nos une, nos alimenta y trasciende por encima de nuestra razón de ser.
Sigue adelante, continua con tu camino, todo pasa por algo y lo que es para tì, lo será en el momento preciso, “lo mejor esta por venir”. Escucha siempre tu corazón y trata de no definir con la mente, así no te permites ser engañado con facilidad.