Generalmente, las cosas relacionadas con la religión no son tendencia en redes ni tampoco del gusto de todo el mundo, pero este suceso logrará inspirar muchos a corazones, aparte de ser una gran lección para miles de personas, por eso que le hemos dedicado un espacio que esperamos, sea respetado.
La muerte de una persona siempre suele ser una noticia lamentable, en esta ocasión se trata de la hermana Cecilia María, una monja que vivía en el Monasterio de Santa Teresa y San José de Santa Fe, Argentina.
“Curia Generalizia Carmelitani Scalzi” es una cuenta de Facebook que hizo pública la muerte de esta persona y quisieron honrarla por su actitud frente a la vida, además de compartir con el mundo sus últimas palabras, que fueron la causa de que esta historia se hiciera viral.
Tristemente, la hermana fue víctima de un cáncer al pulmón, sin embargo, nunca dejó de dar amor a todos los que estaban a su alrededor, esta enfermedad no le impidió seguir con sus labores ni con sus actos llenos de bondad.
Vivió varios años en el monasterio, en compañía de las otras hermanas, se dedicó en cuerpo y alma a la oración y a servir a Cristo. Disfrutaba de tocar el violín y ayudar a los demás, sus características principales eran ser dulce y bondadosa, además siempre tenía una actitud positiva frente a la vida y una sonrisa en el rostro.
Sus primeros votos como “Carmelita Descalza” fueron a la edad de 26 años, reafirmando en el 2003.
Desde pequeña, tenía claro a lo que dedicaría su vida. Nunca dudó en que su verdadero camino era el de Dios y que su último aliento se lo dedicaría a él.
Fue en enero de este año cuando los médicos le dieron la terrible noticia, la hermana tenía cáncer de lengua.
Poco más tarde, este se extendió hasta los pulmones y sin nada más que hacer, a los 43 años perdió la vida.
No importaba lo mal o lo débil que se sintiera, ella siempre mostraba una sonrisa a todo aquel que la visitaba en el hospital. Sus días finales los pasó calmadamente, rodeada de enseñanzas bíblicas, consejos, sonrisas y amenas conversaciones. A pesar de todo, ella permaneció fiel a su vocación, siempre piadosa y devota. Muchos aseguran que ella dijo en algunas ocasiones estar emocionada por su encuentro con Dios.
Su último deseo, lo dejó escrito en papel:
“Estaba pensando cómo quería que fuera mi funeral. Primero oren, después hagan una gran fiesta. ¡No se olviden de rezar pero tampoco de celebrar!”.
Su actitud frente a la vida tocó muchos corazones, por ser un gran ejemplo de fortaleza y valentía.
La siguiente fotografía ha causado gran conmoción, pues en ella aparece sonriendo, sin importar el dolor que estuviera sintiendo, fue tomada 3 días antes de morir y en ella esboza una gran sonrisa, aun cuando cada vez se sentía más débil. No podemos negar que en verdad deseaba partir y encontrarse con Dios como ella aseguraba.
A muchas personas, el tema de la religión quizás no les agrade en lo absoluto, sin embargo, esta es una gran lección para todos; debemos comenzar a vivir al máximo y hacer todo lo que deseamos, convertir en realidad nuestros sueños y aprovechar cada instante que la vida nos otorga, así cuando nos toque partir, nos iremos con una sonrisa y no habrá espacio para decir: “si hubiera hecho…”, “me faltó hacer…”, “debí…”, etcétera.
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Fuente: Buenamente