Madre manda carta a la nueva mujer de su ex-marido. Cuando lee la última frase comienza a llorar







Nadie se casa pensando en que el matrimonio algún día acabará. Sin embargo, son muchas las parejas que, por una u otra razón, deciden terminar su relación luego de un tiempo y se divorcian.  Se trata de un proceso que suele ser problemático, para algunas personas su vida se convierte en un verdadero caos.

Esto mismo le sucedió a Candice Curry quien jamás habría imaginado que la vida que llevaba a lado de su amado esposo se acabaría, y mucho menos que luego de un corto tiempo él encontraría a alguien más con quien rehacer su vida y se casaría con ella.


En medio del dolor y el vacío Candice decidió comenzar un blog que rápidamente se inundó de fieles seguidores. Cuando publicó una entrada que llevaba por título: “Para la madrastra de mi hija” todo mundo pensó que se trataría de palabras de odio y desprecio, desilusión y apatía.
Sin embargo, nada era más alejado de la realidad. La carta abierta a la madrastra de su hija era una honesta reflexión que llenó de emoción a muchos y logró que circulara por las redes en prácticamente todo el mundo.







Quizá te parezca un poco larga, pero estamos seguros que sus palabras te harán reflexionar. La madurez y el perdón que ha logrado luego de un momento tan difícil en su vida es digno de toda nuestra admiración, es por ello que hemos decidido compartirla contigo.

Para la madrastra de mi hija

Jamás te quise aquí. Jamás fuiste parte de mis planes. En mis sueños de crecer y formar mi propia familia jamás estuviste presente. Jamás quise la ayuda de otra mujer para criar a mis hijos. En mis planes familiares estábamos yo, mi esposo y mis hijos, nunca tú. Dudo que incluso tú creyeras algún día criar un hijo que no fuera tuyo.
Cuando soñabas en ser madre seguro te veías a ti mismo dando a luz, no casándote con otro hombre. Estoy casi segura de que tus planes nunca fueron tener la vida que tienes ahora.  Pero Dios nos presenta planes que superan a los nuestros y cuando mi familia de repente se dividió en dos, entonces me di cuenta de que ibas a estar presente. 

o solo pensaba que ibas a ser una mujer terrible, que mi hija nunca jamás te iba a querer como madre.   Esperaba que fueras fea y rezaba para que mi hija jamás llegara a admirarte. Tu padre debía saber que solo podrías disfrutar de un “segundo plato”. Estaba llena de rabia porque nunca imaginé que otra mujer tomaría mi puesto de madre. 
Y de pronto llegaste tú. 







Debo confesar que conocerte no fue como había pensado. Una corriente de celos inundó todo mi cuerpo. Se supone que serías fea, ¿lo recuerdas? Pero no lo eras. Al contrario, eras extraordinariamente guapa. Debías ser una malvada y vieja bruja, ¿lo recuerdas? Pero tampoco lo eras. Eras una joven y guapa mujer.
Mis planes se echaron por tierra.  La expresión de tu cara me hizo comprender que para ti también era muy difícil conocerme. ¡Y mi corazón se enterneció por un momento al ver tu cálida mirada! Me habría apostado lo que fuera a que te iba a odiar de verdad. ¿Porqué arruinaste todos mis planes?.

Quería rechazarte y tu lo hiciste imposible. En mi interior creció sin embargo un sentimiento de gratitud, porque tu existías.
Aceptaste a mi hija desde el principio y demostraste un amor incondicional hacía ella y su padre. Se trata de un regalo para todos nosotros. Incluiste a mi hija en todo lo que hacías para que se diera cuenta de que la querías y la aceptabas. Pusiste en primer lugar la relación de ella con su padre sobre la tuya con él, solo una mujer fuerte y valiente sabe como hacerlo de la mejor manera.
Cuando su padre y yo nos divorciamos sabía que habría momentos en los que me necesitaría, como madre, y no iba a poder estar allí. Estoy agradecida de que tu estés presente en esos momentos en los que yo no estoy.
Te estoy muy agradecida por mostrar tu comprensión en esos difíciles periodos de su adolescencia y por mostrar siempre tu cara amable. Ella necesita una madre incluso en tu casa y haces un increíble trabajo por ella.
Desde el principio respetaste mi posición como madre. Te agradezco que me consultes y me preguntes sobre la forma correcta de educarla. Sé que quizá nuestra situación no es normal, que no es común que una madre y una madrastra se manden mensaje cada día para recordarse que se respetan y se quieren.
Pero tú eres un ángel. Por ti y por como eres, mi hija crecerá y será una mejor persona, con todo el amor que tu le entregas.

No fue su decisión tener unos padres separados e incluso, si no deseo que ningún niño tenga que pasar por ello, estoy muy agradecida porque hoy tenga cuatro padres que se respetan y la quieran. Ella comprende la situación y es consciente de que un error en un momento dado puede convertirse en algo hermoso a larga.  
No te veo como una madre sustituta para cuando no estoy allí. Tu eres su madre cuando está contigo y cuando está conmigo. Está feliz de poderte llamar y contarte cosas de su vida cuando está en casa conmigo y esto me gusta. Mi corazón se llena de orgullo cuando le das un abrazo lleno de amor cada vez que se ven.
Estoy consciente de las complicadas situaciones que se producen cuando una madre no acepta a la madrastra de sus hijos. El agradecimiento me envuelve cuando veo como hemos superado nuestra rivalidad y hacemos lo mejor por nuestra hija. Gracias por ser una mujer madura y respetuosa. 
La madurez mostrada en estar hermosas palabras es difícil de encontrar estos días en los que lo común es que las peleas y diferencias entre madre y madrastra utilicen a los hijos como moneda de cambio o como premio a ganar.
Si estás de acuerdo comparte estas maravillosa carta con tus amigos y familiares, sin duda la maravillosa carta los hará reflexionar.

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