Las mascotas son seres vivos que nos brindan una serie de beneficios maravillosos para nosotros, y es que no solo nos dan amor sino que con esto viene una lealtad increíble de parte de ellos, les gusta darnos seguridad también.
Muchas son las personas que aprovechan de estos beneficios al tener una mascota en casa, sea un perro o un gato, y además de ello, estos animales nos ayudan a superarnos a nosotros mismos, nos impulsan a seguir adelante muchas veces.
La fidelidad con la que nuestras mascotas nos ven es simplemente impresionante y nosotros se los recompensamos con amor e incluso puede que parezca una locura pero también muchas veces hasta llegamos a verlos como nuestros mejores amigos, tanto que hasta hablamos con ellos.
Es imposible negar que tú también has hablado con tu mascota, le has preguntado lo que deberías hacer e incluso has hecho una gran cantidad de locuras que involucran comunicarte con ellos, pero no estás loco, y la ciencia te respalda, así que conoce más.
Hablar con tus mascotas no es de locos
Si eres de los que llega a casa y hablas con tus mascotas, puede que muchos te cataloguen como loco, o como un total ridículo por hacer esto ya que según ellos son animales y no nos comprenden ni un poco, son cosas de humanos, no de animales, eso dicen.
Aunque esto sea lo que digan, la ciencia viene a decirnos que en realidad esto no es en lo absoluto de esta manera y es que este comportamiento según una investigación, reveló que no es algo e locos sino que las personas que lo hacen tienen una cualidad excepcional pero ¿cuál es?
Se le conoce como antropomorfismo y es la tendencia de relacionar el comportamiento real con agentes no humanos, que tengan características similares a los humanos sí, como emociones, intenciones y motivaciones.
Las personas que hablan con sus mascotas suelen antropomorfizar lo que aman, nadie antropomoorfiza lo que no le gusta y como nosotros amamos a nuestras mascotas, por eso lo hacemos y no es algo malo.
Todo se trata de expresar nuestro deseo de compañía y de construir identidades, por eso es que incluso los niños le ponen nombres a sus juguetes, y aunque parezca algo inmaduro, no lo es y así lo explica Nicholas Epley, un científico detrás de este estudio del antropomorfismo.
Epley explica que “Reconocer la mente de otro ser humano implica los mismos procesos psicológicos que reconocer una mente en otros animales, un dios o incluso un artilugio. Es un reflejo de una mayor capacidad de nuestro cerebro en lugar de un signo de nuestra estupidez”.
Dicho esto, ya sabes, si ves a alguien hablar con alguien o con algo no humano, no es una estupidez, solo se trata de antropomorfismo.
Gracias por leernos.