Hoy en día la mujer es digna de admiración y sin duda alguna ejemplos de lucha y liderazgo.
Por eso hoy he decidido traerte una faceta que no conocíamos sobre las mujeres y las verdades con respecto a lo que tienen que soportar al momento de un embarazo y lo que tienen que pasar cuando les hacen una cesárea. Ahora tienes que ver hasta el final y descubrir estas verdades por ti misma.
3 Verdades sobre la cesárea que todos deberíamos de conocer
La cesárea no es tan sencilla como parece a simple vista, esconde algunos secretos y complicaciones, que solo una verdadera madre y mujer a la vez es capaz de soportar de la manera más heroica y admirable.
1-Las mujeres que pasan por este tipo de intervención quirúrgica son unas guerreras.
La cesárea no deja de ser una intervención quirúrgica, la cual como tal, presenta los riesgos propios de una operación de tal magnitud. Además, generalmente en la cesárea no pueden estar presentes ni el papá de la criatura ni ningún otro familiar, por lo que la mamá deberá de afrontar la situación completamente sola.
Sin duda alguna, la cesárea es un espectacular ejemplo de batalla en donde el miedo y la soledad se enfrentan de manera clara al amor, la felicidad y la fuerza de voluntad. Esta es sin duda alguna una de las verdades sobre la cesárea que todos (y especialmente los hombres) deberíamos de tener en cuenta.
2-Hasta no salir del quirófano no hay forma de saber con exactitud si todo está bien.
En la cesárea el peligro no pasa cuando el bebé nace, ya que se tiene que esperar a que la madre reaccione del efecto de la anestesia para asegurar que esta bien.
Sin embargo, algo que casi nadie sabe es que la madre está consciente durante la cesárea y que aunque no sienta dolor le es posible sentir movimientos en su interior que por cierto no son agradables y que en algunos casos puede ser traumático.
3-Sortean su recuperación post cesárea como verdaderas heroínas
Cuando nace un hijo, el mundo de una madre gira alrededor de él y acuden sin dudar a sus demandas. Esto requiere toda una predisposición y logística, que suele ser desgastante.
Imagina hacer todo eso con dolor. Sí, con dolor, porque el hecho de no haber pujado, no te aleja del dolor, las molestias y las incomodidades que conlleva una post cirugía. Eso las hace aún más fuertes, cruzan umbrales del dolor que jamás nadie cree posible, desarrollan una fuerza interior que sólo es comparada con la fuerza de otra madre.
Aún así, lo hacen con una sonrisa y con todo el amor del mundo, porque cada minuto sin poder dormir, cada pañal que cambiar, cada sonrisa y posibilidad de sostener esa pequeña manito, sentir su respiración y ese tierno olor que solo ellos pueden brindar, lo justifica.
Esa es la razón por la cual están en este mundo, para hacer feliz a esa pequeña extensión de su ser. Aplaudimos de pie a cada a una estas madres, que son marcadas con una cicatriz que les permite nunca olvidar de qué están hechas.
Así que madres, lleven con orgullo esa hermosa marca, no la oculten, no la disimulen, pocas mujeres tienen ese privilegio.