¿Eres ansioso? Observa lo que le pasa a tu cuerpo

Aunque la ansiedad sea un trastorno psicológico, no podemos olvidar que nuestras emociones están íntimamente ligadas a nuestra salud física y que tienen una reacción directa en esta.








La ansiedad es un trastorno psicológico que está descrito como una respuesta de anticipación involuntaria ante estímulos internos o externos, como los pensamientos y determinadas situaciones de la vida cotidiana.

Se trata de un conjunto de reacciones físicas y mentales que suelen aparecer al atravesar situaciones de peligro o estrés, o bien, al tener algunos cambios hormonales.

En cada persona se manifiesta de diferentes formas, en función de su origen y la capacidad para manejar las emociones.

Si bien casi todos los casos se dan de forma pasajera, en algunos pacientes se convierte en un problema crónico y recurrente.



Lo más preocupante es que muchos ignoran que lo padecen y no toman las medidas necesarias para hacerle frente a los efectos que le causa al cuerpo.

Por esta razón, es importante conocer sus señales de alerta y estar al tanto de ellas, a pesar de que parezcan comunes.

A continuación queremos compartir las 10 principales para que no dudes en atenderlas antes de que se convierten en un problema mayor.

¡Conócelas!


1 1.Dolor en el pecho



Los dolores en el pecho son muy habituales entre los pacientes ansiosos y, la mayor parte de las veces, se originan por la tensión muscular.








Aunque algunas veces son tan fuertes que se confunden con los de un ataque al corazón, lo cierto es que suelen ser momentáneos y no conllevan a situaciones tan complicadas.

2. Nudo en la garganta y dificultad para respirar

Este síntoma, conocido con el término de “bolo histérico”, se produce por la contracción que sufren los músculos de la garganta ante la aparición de la ansiedad y el estrés.

Sentir la garganta atorada y tener dificultades para deglutir los alimentos son señales claras de estos desequilibrios emocionales.

3. Traspiración excesiva


La transpiración es una reacción normal del cuerpo y, de hecho, es necesaria para mantener la temperatura corporal a un nivel adecuado.

Sin embargo, durante los periodos de ansiedad se altera la actividad de las glándulas sudoríparas y, como consecuencia, se produce en cantidades excesivas o anormales.

4. Dolor en los hombros y cuello

La tensión muscular que se percibe durante las crisis de ansiedad tiende a afectar de forma directa zonas sensibles como los hombros y el cuello.

De hecho, algunas veces viene acompañado con un incómodo entumecimiento facial que puede durar varios minutos.

5. Problemas digestivos


El aparato digestivo tiene una fuerte conexión con los estados emocionales y, por lo tanto, al tener un episodio de ansiedad pueden derivarse varias dificultades en su funcionamiento.








La indigestión, la producción excesiva de jugos ácidos y el estreñimiento son condiciones que aquejan a las personas ansiosas.

6. Alteraciones cutáneas

Los periodos de ansiedad también suelen afectar el cuerpo a nivel estético, dado que conducen al desarrollo de algunas alteraciones cutáneas notorias.

Las erupciones en el rostro, las manchas y el exceso de sequedad son síntomas comunes de aquellos que están atravesando un desequilibrio emocional.

Por lo general se notan en la cara, pero también llegan a afectar los brazos, la espalda y otras partes del cuerpo.
No obstante, conforme desaparece la ansiedad, la piel va recuperando su aspecto normal.

7. Sensación de hormigueo


La sensación de debilidad y hormigueo en las articulaciones es una respuesta de lucha del cuerpo ante situaciones que le generan estrés y ansiedad.

Esto se debe a la acumulación de dióxido de carbono en la sangre de las extremidades que se produce por la disminución en el proceso de oxigenación.
8. Insomnio

El insomnio y otros trastornos del sueño son uno de los efectos más inquietantes y comunes en aquellos que sufren ansiedad.

Tener dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormidos casi siempre tiene que ver con los problemas emocionales que se están atravesando.

Su agravante es que, con los días, origina otras reacciones físicas y mentales que afectan la calidad de vida.

9. Dolor en los ojos


Durante la ansiedad algunos fluidos corporales se disminuyen o son desviados hacia otros tejidos que los requieren.

Esto conduce a una disminución en la lubricación natural de los ojos, que les puede ocasionar enrojecimiento, irritación y sequedad.

10. Migrañas

Los dolores de cabeza fuertes como la migraña tienen un vínculo muy cercano con los periodos largos de ansiedad.

La tensión y los problemas de circulación que se derivan de este problema suelen ser los responsables de este síntoma.
¿Identificas estas señales? Si es así, más te vale empezar a tomar medidas para controlar este desequilibrio emocional.

Práctica técnicas de relajación y adopta una alimentación saludable para hacerle frente de forma efectiva.

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